miércoles, 14 de enero de 2009

EKEKO, dios de la abundancia??


El papá de Carlos le pregunta: ¿Qué estás haciendo? Carlos le contesta: "Nada", mi abuela me ha dicho que haga así.

Si tú participas de la Alasita y la creencia en el Ekeko, y Dios te pregunta, ¿Qué estás haciendo? y ¿Porqué lo haces?. ¿Qué le contestarías?.


Hay muchas cosas que desconocemos y lo triste es que muy pocos saben de donde vienen estas costumbres, que ahora llaman tradiciones. Veamos el orígen de esta fiesta de la Alasita, donde se adora a la deidad del Ekeko, y si esto se relaciona con Dios:


Los historiadores dicen que el Ekako o Ekeko, es un dios prehispánico llamado Tunupa, que ejercía amplio dominio sobre el fuego del cielo, los truenos y los volcanes, y por temos a estos fenómenos, el ekako, era adorado por los indígenas. También su representación era considerada como un amuleto que porporcionaba bienestar.


En esta fiesta de Alasita, se intercambiaban objetos pequeños por monedas de piedra, se prestaba especial atención en adquirir la figura del Eqaqo (estatuilla de yeso o piedra) que estaba desnudo, con su miembro sexual al descubierto, ya que era considerado el dios de la fertilidad y la abundancia. Se creía que al vestir al Ekeko con ropas de la época, ponerle un cigarro en la boca y comprar alguna miniatura que llevaba sobre él, por la generosidad de este dios, esto se convertiría en realidad, por su fe en el dios ekeko, en el transcurso del año.


En la actualidad, esta fiesta pagana de Alasita, en la que se le rinde tributo al dios de la abundancia (Ekeko), está llena de ritos paganos que se mezclan en el culto religioso y con supersticiones en las que las personas depositan su fe por el desconocimiento de la palabra de Dios. ¿Qué dice Dios en la Biblia?


"Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden". Isaías 44:9.


Pero a muchos enseñaron, que si no obedecen y compran ese dìa y lo hacen bendecir, les irá mal, pero ¿Qué dice la Biblia?.


"Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?". Isaias 44:10.


"Y hace del sobrante un dios un ídolo suyo (ekeko); se postra delante de él, lo adora, le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender". Isaías 44:17-18.


"Porque grande es Dios, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses. Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Dios hizo los cielos y la tierra". Salmos 96: 4-5.


"Además su tierra está llena de ídolos y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabrican sus dedos". Isaías 2:5.


"Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlos para tí, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios; y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema (cosa maldita); dell todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema (cosa maldita)". Deuteronomio 7:25-26.


Si tú entiendes lo que Dios dice, tienes que hacer algo, saca de tu corazón esas mentiras y destuye esas imágenes, porque los ídolos (ekeko u otras imágenes) no pueden hacer nada.


"Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder". Jeremías 10:5.


Al ekeko le ofrecen saumerios, alcohol, mesas preparadas con dulces y otras cosas más, a esto llama Dios, en la Biblia, lo sacrificado a los ídolos:


"Acerca, pues de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios". I Corintios 8:4.


"Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios, y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios". I Corintios 10:20.


El Ekeko es "supuestamente el dios de la abundancia o de las riquezas", y la gente cree esto en su corazón, y en ese día compran toda clase de cosas, autos, micros, billetes, casas, alimentos, pasapotes, títulos y muchas cosas más, pensando que al adquirirlas en miatura, podrán en verdad obtenerlas si son materiales o alcanzar sus metas.


Lo que más se compra son billetes, símbolo de riqueza, pero ¿Qué dice la Biblia?.


"Ninguno (nadie) puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas". Mateo 6:24.


El Señor Jesús habló estas palabras, porque el ser humano piensa que las riquezas son la respuesta para todos sus problemas, el dinero es necesario en esta vida (este mundo), el problema no está en eso, sino en cómo lo obtienes; en el caso del ekeko, tu fe está puesta en un dios que no es el Dios Verdadero que creó los cielos, la tierra y a tí.


Creo que ahora ya sabes que contestarle a Dios, y estás en problemas, pero quiero decirle que hay buenas nuevas; la Biblia dice:


"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres (humanidad) en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquél varón a quién designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos (Jesucristo)". Hechos 17:30-31.


Finalmente, la Biblia nos dice que el idólatra no entrará al Reino de los Cielos:


"Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, es esa la muerte segunda". Apocalipsis 21: 8


Arrepiéntete de todos tus pecados, pídele perdón a Dios por todo lo que has hecho y conviértete de todo corazón a Cristo Jesús. Acéptalo como tu Señor, y cree que Dios lo levantó de los muertos y serás salvo.


Has esta pequeña oración de corazón:


Señor Jesús, te pido perdón por todos mis pecados, me arrepiento de todo corazón por todo lo que he creído y por todo lo que he hecho, perdóname, confieso que tú eres mi Salvador y que tú eres el señor, creo en mi corazón que Dios te levantó de los muertos, te entrego mi vida, sálvame en tu nombre.


Gracias Señor Jesús. Amén y Amén.

miércoles, 7 de enero de 2009