martes, 31 de marzo de 2009

YO PENSE QUE ERA ASI

Cuando era niño me gustaba muchísimo la época de semana santa, que se recuerda en el mes abril, porque en esos días pasaban por la televisión películas de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo; lo sorprendente es que las imágenes que se mostraban se grabaron en nuestra memoria y porque no decir en nuestros corazones, y así se mantienen. Pero ocurre algo sorprendente, al leer la Biblia, vemos que se narran las cosas que sucedieron y algunas no reflejan la realidad, nos formamos una imagen errada y perdemos la esencia de lo que aconteció.

Hoy veremos una de ellas, pero es necesario recordar lo que alguna vez vimos en esas maravillosas películas, que seguimos recordando, aunque los años han pasado. Algunos tienen pinturas, folletos, imágenes, etc., de este hecho; hablemos de la escena cuando Jesús estaba en el huerto de Getsemaní, cuando él estaba orando, lo mostraban arrodillado junto a una gran roca, con las manos unidas en respeto a Dios, con su rostro hermoso, reflejando una paz increíble, un resplandor en todo su cuerpo, con sus hermosos vestidos y muy limpios, que bella imagen. Te pido que me acompañes en la lectura cuando Jesús pasó ese momento, en el libro de Mateo 26: 37-39.

Y tomando a Pedro, y a los hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera”.

Que increíble estaba triste y angustiado, creo que tú sabes perfectamente de lo que estamos hablando porque todos sentimos alguna vez ese tipo de emociones, pero dice que el sentía esto en gran manera, eso quiere decir que era muy profundo; sigue el relato en el verso 38:

Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo”.

¿Te puedes imaginar que su tristeza era hasta la muerte?, y sigue:

“Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo”.

Creo que aquí hay una equivocación, ¿No estaba Jesús de rodillas?, se echó al suelo y su rostro estaba sobre la tierra y oraba, es decir estaba hablando con Dios, sus palabras eran de tristeza y angustia. ¿No te sorprende que las imágenes que vimos o las que tienes de esa escena no son así?. Pero esto no termina, ahora vienen las palabras que él dijo:

“Padre mio, si es posible, pase de mi esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”.

Si tu puedes entender como él estaba hablando, sus palabras eran con angustia y tristeza, recuerda, su alma estaba triste hasta la muerte, cuán grande era este momento.

El evangelio de Lucas 22:44 dice como.

Y estando en agonía oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”.

Cuán intenso era ese momento porque lo que estaba pasando no le sucede a cualquier persona; los pequeños vasos sanguíneos que tenemos en el cuero cabelludo, se rompieron y comenzaron a sangrar y el relato dice que sudaba como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra; que terrible momento en ese huerto, donde él sólo con Dios, podía saber lo que tenía que pasar; no se si alguna vez tu has pasado por algo así, has visto la reacción de una persona que sabe que va morir, por cualquier enfermedad. Piensa en esto, si el médico le relataría todas las cosas que le van a suceder, los dolores que vendrán, el desangramiento o que morirá lentamente por asfixia, que sus órganos se irán destruyendo poco a poco, que las hemorragias internas serán grandes y constantes, cada día se incrementarían los dolores, y tendrías que soportarlos sin ningún medicamento, no le quedarán fuerzas para levantarse de cama, no querrás comer, ni tendrás ganas para nada, dependerás de la ayuda de los demás, hasta que mueras.

Cuán terrible, así era lo que Jesucristo estaba viviendo en el huerto de Getsemaní, por eso su alma estaba triste hasta la muerte.

Que en este tiempo que llaman semana santa, tú puedas comprender lo que le ocurrió y veas con los ojos del corazón que lo que hizo Jesucristo por ti es increíble, majestuoso, poderoso, sorprendente, inigualable, digno del Rey de Reyes y Señor de Señores.

Muchos se imaginan cosas y las creen, las cuentan a otros y ellos también lo creen, ¿por qué no lees la Bíblia? Y le crees al Dios todo lo que él hizo.

QUE DIOS TE BENDIGA

NO TE METAS DONDE NO DEBES

Tu, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad”. Daniel 2:37

Estas palabras fueron dichas a Nabucodonosor, de parte de Dios, él tenía como rey, poder, fuerza y majestad, dadas por Dios, y el rey envestido con esto, tenía que servir para bien; pero al no obedecer o no hacer un galardón de estos atributos, Dios puede quitar a los reyes:

El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos”. Daniel 2:21.

Así, tenemos el libro de los reyes que nos narra de muchos de ellos que hicieron lo agradable ante los ojos de Dios o lo desagradable, mostrando en sus vidas que aunque Dios los puso como reyes, ellos nunca deberán dejar de obedecerle; pero algunos de ellos pensaron que porque se les concedió tener un grado de honra o de privilegio, podían decidir lo que mejor les pareciese.

También vemos que hay otro lugar honroso, el ser padre de familia, en otras palabras ser la autoridad máxima en el hogar. Como Dios le dio, al rey, “reino, poder, fuerza y majestad” para hacer de su hogar un reino de personas obedientes y servidores de Dios, así también les da a los padres poder, fuerza y majestad, pero muchas veces por las malas decisiones de los padres, se meten donde no deben meterse, o hacen lo que no deberían hacer.

Como la historia de un rey maravilloso que reinó muchos años:

“De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén. Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda”. 2 Crónicas 34:1-2

Es impresionante como este hombre no se apartó a derecha ni izquierda, en otras palabras tenía una vida recta, lo cual nos hace entender que le creyó en todo a Dios, le obedeció e hizo grandes cosas con lo que Dios le había dado, “reino, poder, fuerza y majestad”; mencionemos una de las cosas maravillosas que hizo.

A los dieciocho años del rey Josías, envió el rey a Safán hijo de Azalia, hijo de Mesulam, escriba, a la casa de Jehová, diciendo: Ve al sumo sacerdote Hilcías, y dile que recoja el dinero que han traído a la casa de Jehová, que han recogido del pueblo los guardianes de la puerta, y que lo pongan en manos de los que hacen la obra, que tienen a su cargo el arreglo de la casa de Jehová, y que lo entreguen a los que hacen la obra de la casa de Jehová, para reparar las grietas de la casa; a los carpinteros, maestros y albañiles, para comprar madera y piedra de cantería para reparar la casa; y que no se les tome cuenta del dinero cuyo manejo se les confiaré, porque ellos proceden con honradez”. 2 Reyes 22:3-7.

Y también quitó el paganismo, la idolatría, la maldad, limpiando los lugares altos, quitando sacerdotes que adoraban a las huestes celestiales; haciendo una obra maravillosa:

A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas. Y derribaron delante de él los altares de los baales, e hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas encima; despedazó también las imágenes de Asera, las esculturas y estatuas fundidas, y las desmenuzó, y esparció el polvo sobre los sepulcros de los que les habían ofrecido sacrificios. Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares, y limpió a Judá y a Jerusalén. Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta Neptalí y en los lugares asolados alrededor. Y cuando hubo derribado los altares y las imágenes de Asera, y quebrado y desmenuzado las esculturas, y destruído todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volvió a Jerusalén”. 2 Crónicas 34: 3-7.

Es admirable como el comportamiento de este rey nos sirve de ejemplo a todos nosotros; pero cometió un error que le costó la vida, porque Pablo aconseja:

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”. I Corintios 10:12

¿Qué es lo que Josías no había mirado?. Su corazón empezó a sentir que él podía decidir todo, el creia que todo lo que hacía era lo correcto y aprobado por Dios, pero Dios le habló mediante un impío para que no haga algo que Dios no le había mandado, él se creyó autosuficiente y le costó su vida.

Después de todas estas cosas, luego de haber reparado Josías la casa de Jehová, Necao rey de Egipto subió para hacer guerra en Carquemis junto al Eufrates; y salió Josías contra èl. Y Necao le envió mensajeros, diciendo: ¿Qué tengo yo contigo, rey de Judá?. Yo no vengo contra ti hoy, sino contra la casa que me hace guerra; y Dios me ha dicho que me apresure. Deja de oponerte a Dios, quien está conmigo, no sea que él te destruya. Más Josías no se retiró sino que se disfrazó para darle batalla, y no atendió a las palabras de Necao, que eran de boca de Dios; y vino a darle batalla en el campo de Seguido. Y los flecheros tiraron contra el rey Josías. Entonces dijo el rey a sus siervos: Quitadme de aquí, porque estoy gravemente herido. Entonces sus siervos lo sacaron de aquel carro, y lo pusieron en un segundo carro que tenía, y lo llevaron a Jerusalén, donde murió; y lo sepultaron en los sepulcros de sus padres. Y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías. Y Jeremías endechó en memoria de Josías”. 2 Crónicas 35: 20-24.

Murió, pero ¿Por qué causa murió? Porque no entendió a las palabras de Necao, que eran de la boca de Dios. Es tiempo de que tú dejes de oponerte a Dios, y no te metas donde no debes, no sea que él te destruya (Dijo Dios).

Si quieres mantenerte firme no debes oponerte a Dios, ni dejar de atender a las palabras que salen de su boca, porque el Señor nos enseña:

El (Jesús) respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mateo 4:4.

¡SE SABIO Y PRUDENTE!

miércoles, 4 de marzo de 2009

ANHELO Y SED POR DIOS

La sed es una necesidad física que el hombre no puede dejar de satisfacer.
El organismo requiere mucha cantidad de agua para mantenerse saludable y la falta de ella por tiempo prolongado, podría ser fatal.
Así el alma del hombre manifiesta esta necesidad desde su nacimiento y cuando aún no ha conocido a Dios, se satisface de manera equivocada y temporal, a través, de los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, todo lo cual le lleva a muerte; y dice la Biblia:
"Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo". I Juan 2:1
En cambio el hombre con Dios satisface su necesidad y sed del alma sólo con la insaciable ansia por la presencia y búsqueda constante de Dios.
El salmista expresa esta necesidad comparando esa sed y ansia, con el bramido de un ciervo, es decir con el grito que manifiesta el animalito cuando su necesidad de agua es extrema y así debería ser la vida de cristiano.
"Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por tí, oh Dios, el alma mía". Salmo 42:1
Ahora por un momento imaginen estar caminando por un gran desierto sin haber bebido una gota de agua por varios días. ¿Cómo creen que se sentirían? considerando que bajo el abrazador calor del sol la sed se incrementa aún más, así nos sentimos muchas veces en medio de los problemas, la presión del mundo y el abatimiento del alma, más debemos reconocer que si en lo físico nuestra única necesidad en el desierto sería conseguir agua pase lo que pase, cuanto más en lo espiritual nuestra búsqueda y anhelo de Dios debería ser incesante.
De esta manera nuestra alma debería anhelar siempre la presencia de Dios, clamando por El momento a momento, deseando su presencia como lo más preciado. Anhelando a nuestro Amado como lo único y mejor para la satisfacción de nuestra alma ¡esto es realmente maravilloso y sublime!.
En la vida que Dios nos ofrece vivir, no como algo rutinario ni religioso, sino como algo vivo y nuevo que reverdece día a día. Declara conmigo ahora esta necesidad a través de la Palabra de Dios:
"Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de tí, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario". Salmo 63: 1-2.
Amados hermanos, esta declaración de la Palabra debería ser para nosotros un cántico diario, sin dudas ni condiciones, sólo creyendo que así será, porque Jesús mismo lo dijo:
"Si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva". Juan 7:37b-38.
El comprender que eres hijo de Dios es comprender que el Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha librado del poder del pecado y de la muerte
"Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte". Romanos 8:2
Por lo cual ahora tu naturaleza espiritual no busca más la muerte, sino la vida en Jesucristo.
Ha llegado el tiempo de vivir y respirar por Dios, ha llegado el tiempo de entender la prioridad de nuestra vida en El, ha llegado el tiempo de vivir postrados a los pies del maestro, porque sólo en su presencia hay plenitud de vida, y porque sólo en El nuestro ser obtiene vida en abundancia.
Tan sólo queda decirte que en este instante Dios mismo te está anhelando, no olvides que te ama y siempre está esperando por tí.
"Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme y viviréis". Amós 5:4.
QUE DIOS TE BENDIGA HOY, MAÑANA Y SIEMPRE