miércoles, 17 de diciembre de 2008

¡ALIENTO, ÁNIMO Y FORTALEZA!

En esos momentos de desesperación, angustia y desamparo, cuando el desaliento y el desanimo sumergen el alma en abatimiento y tristeza, sintiendo estar derribados por el ataque del maligno, sin esperanzas de continuar ante su amenazante mirada, ¡hay una respuesta en Dios!
“Que estamos atribulados en todo, más no angustiados en apuros, mas no desesperados perseguidos mas no desamparados; derribados pero no destruidos” 1 Corintios 4:8-9
Porque el enemigo no podrá destruirnos, nuestra victoria ya fue otorgada por Jesucristo, y aunque nuestro ser externo se vea agotado, cansado, fatigado y golpeado por librar batallas continuas; no obstante debemos saber que nuestro ser interior se renueva de día en día, para obtener cada vez más excelente peso de gloria.
“Por tanto, no desmayamos antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” 2 Corintios 4:16-17
Así es, porque aunque la contrariedad del enemigo utilice a muchos, debemos considerar que nuestro amado Señor Jesucristo, sufrió una extremada contradicción luchando contra los pecadores, dejándonos de esta manera el más grande ejemplo a seguir, por cuanto El nunca fue derrotado, ni desmayó. Y es por su fuerza y victoria que nosotros también venceremos
¡No desmayes!
“Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar” Hebreos 12:3
¡No temas!
Sólo esfuerza tu corazón en mantenerse firme en Dios, porque Él no permitirá que el enemigo te destruya, no dejará que la maldad te venza, no dejará que el abatimiento te consuma, eres su hijo (a) y su amor por ti ya fue grandemente manifestado en la cruz. Persevera, levanta tus manos en Fe y adora su Nombre dobla tus rodillas ante El y humíllate en su Presencia.
Dios te ama y sabe que pronto obtendrás la victoria, porque el desaliento, y el desánimo no pueden tocar a Dios, y si tan sólo te aferras a Él, tampoco podrán tocarte a ti.
“Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago Dios mismo vendrá, y os salvará” Isaías 35:3-4
Ahora, háblale también a tu alma y recuérdale las promesas de Dios, porque esto producirá en ti una nueva esperanza, respuestas y una salida. Por cuanto tu Salvador, no tardará y pronto despejará la senda por donde puedas continuar.
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí?. Espera en Dios porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío” Salmo 42:11
No mires las circunstancias, no dejes que el maligno te sumerja en el desánimo, al contrario, deja que tu corazón comience a esforzarse contemplando nuevamente la luz de la Palabra, creyendo firmemente que Dios está de tu lado. Él no podría dejarte, ni desampararte, es tu Padre y camina contigo.
“Esforzaos y cobrar ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará” Deuteronomio 31:6
Dios en su infinito Poder es aquel que obra de manera sobrenatural, y cuando todo se agota y solo queda el desfallecimiento por la devastación del Maligno, ¡recuerda!, Dios mismo se manifestará a ti para ser tu fortaleza, tu sombra y tu refugio, ante cualquier ataque, o turbión que quiera destruirte.
“Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro” Isaías 26:4
¡No lo olvides!, El aliento, el ánimo y la fortaleza para tu vida, están solamente en Dios.

1 comentario:

Carola Sangueza dijo...

Què linda iniciativa. "Hablando a tu Corazón" tiene artìculos que nos hacen reflexionar sobre aspectos de crecimiento espiritual en nuestras vidas. Bendiciones