miércoles, 10 de diciembre de 2008

EL CONSEJO DE DIOS

En la sabiduría humana el consejo es el buen parecer que alguien puede tener acerca de algo, basado en sus experiencias o razones humanas.
En Dios, es la opinión sabia y con conocimiento de la verdad, sobre cómo hacer o determinar algo, conforme a la sabiduría de Dios y su Palabra. Consejo poderoso que sus hijos debemos guardar siempre, sin dejar que se aparte de nuestra vista y corazón.
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos: guarda la ley y el consejo". Proverbios 3: 21.
Porque esto nos hará entendidos en los tiempos de decisión y en las situación de dificultad, sabiendo que la mejor opción es adquirir el sabio consejo de Dios, evitando de esta manera muchos males y negativas consecuencias.
"Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo". Proverbios 1:5.
Porque importancia de vida tiene el consejo divino para nosotros, si aprendemos a retenerlo como valioso tesoro, habremos entendido su incalculable valor, que nos llevará siempre en triunfo, preservando nuestras vidas firmes en la fe.
"Retén el consejo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida". Proverbios 4:13.
Lo contrario sería caminar por la senda de los necios, viviendo la autosuficiencia de pensar que en nuestra opinión y consejo podremos resolver o decidir las cosas correctamente, sin entender que tal cosa sólo significa carencia de sabiduría y riesgo de caer en la ruina cualquier momento. En cambio reconocer la necesidad de recibir un consejo con humildad, conlleva sabiduría e inteligencia que nos llevará a Dios.
"El camino del necio es derecho en su opinión; más el que obedece el consejo es sabio". Proverbios 12:15.
Porque los pensamientos del hombre y sus consejos, dependen sólo de la limitada razón y lógica humanas, las cuales quizás nos den una solución, pero no la correcta, ni efectiva, acarreando mayores problemas y circunstancias no deseadas. En cambio el Consejo de Dios está fundamentado en la verdad de su palabra aquella que nunca falla y permanece para siempre.
"Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; más el consejo de Jehová permanecerá". Proverbios 19:21.
Así es, porque en la eternidad y después de haber perseverado en esta vida, guiados por Dios, al final obtendremos grande galardón, porque El mismo nos recibirá en su gloria.
"Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria". Salmos 73:24.
Haciendo maravilloso el consejo para hacer notoria la sabiduría, porque Dios es la fuente de lo perfecto para dar al hombre grandes beneficios y bienes sin número, como padre amoroso que sólo busca dar lo mejor a sus hijos.
"También esto salió de Jehová de los Ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría". Isaías 28:29.
Porque Dios es la fuente misma del consejo, el verdadero consejero que no necesita ser enseñado ni aconsejado por hombre alguno, porque el nunca pidió consejo para ser Dios, sencillamente él fue, es y será por siempre, Soberando Dios sobre todas las cosas.
¿Quién enseñó al Espírito de Jehová, o le aconsejó para ser avisado?". Isaías 40:13-14a.
Cómo entonces dudar del único y mejor consejero, cómo apartarnos de El para buscar consejo en el mundo, en personas sin conocimiento de Dios que sólo nos harán errar, provocando que volvamos atrás por habner dudado de nuestra fe, acarreando pecado sobre pecado, al haber prestado oído a fuentes extrañas; dónde tal vez existe mucho conocimiento pero no conforme a la verdad divina.
"Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí, para cobijarse con cubierta y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado". Isaías 30:1.
Y al final cosechar dolor, al darnos cuenta del grave error cometido, sólo por haber rehusado buscar el consejo del Señor o simplemente por haberlo desechado, atrayendo males que podrán dejarnos fuera del camino y la voluntad de Dios, envueltos en llanto, lamento y endurecimiento del corazón.
"Y gimas al final, cuando se consuma tu carne y tu cuerpo, y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón menospreció la reprensión!". Proverbios 5: 11-12.
Más está en nosotros decidir por la verdad, decidir por el buen consejo de Dios, para recibir del fruto de la obediencia. Fruto de bienaventuranza por haber tenido la valentía de negarnos a buscar o aceptar los malos consejos del hombre sin Dios, atrayendo felicidad y bendición a nuestras vidas.
"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos". Salmos 1:1a.
Por tanto ahora volvamos nuestro rostro al Altísimo, seamos sabios y entendidos para hacer lo correcto, guardando sus caminos y atentos a su palabra de consejo, sin menospreciarlo. Porque muchas veces, aún a través de la boca de sus siervos, Dios hablará a nuestros corazones dándonos el consejo preciso, por cuanto la autoridad de los siervos es la autoridad misma delegada por Dios.
"Ahora pues, hijos, oídme, y bienaventurados los que guardan mis caminos. Atended el consejo, y sed sabios, y no lo menospreciéis". Proverbios 8: 32-33.
"Porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas"· Romanos 13:1b.

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